A finales de 2018, los productores de granos rusos están rompiendo su propio récord establecido un año antes: desde enero de este año, han logrado recolectar más de cuarenta y seis millones de toneladas de grano. En 2017, las cifras fueron casi un 42% más bajas.

Según especialistas del Servicio Federal de Estadística, la mayor parte del cultivo total consiste en trigo y meslin (una mezcla de centeno y trigo). Su parte en la masa total de la cosecha ascendió a unos 37 millones de toneladas. A pesar de que un año antes, el rendimiento de trigo y meslin era la mitad de eso. "Este año hemos aumentado las cualidades fértiles del maíz y la cebada (hasta 4,2 millones de toneladas y 4,7 millones de toneladas, respectivamente)", dicen los agricultores rusos. "Y el envío de harina de trigo y mezcla de harina de centeno y mijo ascendió a más de 202 mil toneladas".

Pero la exportación de arroz, según los expertos agrícolas, deja mucho que desear en 2018: los volúmenes disminuyeron en casi un 20% y cayeron a 107 mil toneladas. Una situación similar ocurre con las semillas de girasol: los volúmenes de exportación cayeron al nivel de 61 mil toneladas, un 78% menos que el año pasado.